Así, el día nacional de
la adherencia se presenta al público como un esfuerzo multidisciplinar para
concienciar a la gente sobre la responsabilidad y el deber que supone seguir
las indicaciones médicas. El cumplimiento de los tratamientos tiene un carácter
moral, ético y económico en la población, siendo las repercusiones observables
en los presupuestos destinados a sanidad.
En tiempos de crisis no
estamos en situación de derrochar. Por este motivo, la adherencia a los tratamientos
tiene un aspecto de responsabilidad socioeconómica con respecto del dinero del
contribuyente. Pero, por otra parte, no podemos dejar de tener en cuenta la
responsabilidad que supone para cada uno preservar y cuidar su salud.
Precisamente, la salud es
un estado de equilibrio al que todos debemos aspirar. Para alcanzar dicho
estado hay que tener en cuenta varios factores, entre ellos el tratamiento
médico, el aspecto psicológico y el entorno del paciente. Para maximizar las
posibilidades de recuperación un paciente debe ceñirse al tratamiento que se le
prescribe tanto como pueda.
Los resultados de la
encuesta anteriormente mencionada revelan que el 90% de los adultos de entre 40
y 50 años incumplen los tratamientos. Aun a pesar de que en dicho margen de
edad no hay ningún inconveniente a la hora de seguir el tratamiento, como
afirmaban los encuestados.
Por si fuese poco, casi
la mitad de los mayores de 60 años afirmaron no adherirse a los tratamientos.
El 87% de estos encuestados reconocieron no tener grandes dificultades en
cumplir lo que se les prescribe. A pesar de no tener mucho inconveniente en
seguir el tratamiento vemos en estos dos colectivos grandes cifras en la no
adherencia.
Por todo lo anterior, y
sobre todo en los tiempos que corren, el día nacional – e internacional – de la
adherencia se hace un llamado a esa educación sanitaria de la que carece la
población. Se hace, también, un llamado a la no automedicación. Pues para
recetar e indicar tratamientos tenemos a los profesionales sanitarios: médicos,
enfermeras y farmacéuticos.
Hay aún mucho por hacer
concerniente a la concienciación de la gente en tema de adherencia. Se sabe que
las enfermedades con mayor adherencia son aquellas que causan más dolor o las
que se conocen como más graves. Pero no hace falta estar convaleciente para
tener que seguir un tratamiento al pie de la letra. La adherencia debe ser un
hábito y, más que eso: un buen hábito. Seamos responsables, con nosotros,
nuestra salud y, ya de paso, con el dinero ajeno.
César P.
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