19 de abril de 2013

BRICS, el banco de los países emergentes.


Las buenas noticias de la semana llegan desde Durban, Sudáfrica. Allí, a fines de marzo, se realizó la Quinta Cumbre del boque BRICS. BRICS es un bloque denominado de esa manera de acuerdo a las iniciales de los países que lo conforman: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Comenzó siendo un grupo de cuatro países al que, quizás por una cuestión fonética, se incorporó Sudáfrica.
De hecho, es interesante que las iniciales se hayan acomodado de tal forma que la palabra más cercana en el inglés es “brick”, ladrillo. Pienso que detrás de las iniciales hay todo un mensaje puesto a andar para alertar a las potencias del primer orden que ya no todo es la pequeña familia de los últimos siglos de nuestra historia.

El BRIC es la encarnación del poder que en un principio se ignoraba deliberadamente, el poder de las potencias emergentes que crece o bien del otro hemisferio o bien al otro lado del mundo. Como tales, y por ahora desde el relato alternativo y sin una difusión ecuánime, se acomodan como actores protagónicos de las próximas décadas. Cuesta creer que las implicancias de esta alianza hayan logrado unir países tan disímiles y distantes, pero la fuerza de sus economías los liga naturalmente, se representan recíprocamente, con un producto bruto que no para de crecer interanualmente y al que próximamente podrían sumarse nuevos integrantes. Un paradigma que desafía Bretton Woods comienza a aparecer finalmente.

Bretton Woods fue una cumbre histórica, realizada en Estados Unidos en plena Guerra Mundial con la presencia de representantes de 44 países de primer orden. Por su carácter de prescindibles estuvieron ausentes representantes de  países del Tercer Mundo.  En este encuentro, que se extendió durante dos días, se decidió crear el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) como instituciones de control centralizado a los países periféricos, e incluso, en el contexto de esa guerra, determinar con claridad que Estados Unidos ya había recuperado su buena salud después del sofocón del ’30 y asumía su reclamado protagonismo. De paso se decidió abandonar también el patrón oro y comenzar a tener como referencia el dólar. Así, todos los países vendieron a EEUU sus reservas para comprar dólares.

Las buenas noticias de las que hablamos tienen que ver con que en la cumbre de marzo, los representantes del BRICS decidieron que en el plazo de un año entrará en funcionamiento el BANCO BRICS, una alternativa a este orden mundial impuesto y hasta ahora nunca desafiado. Por el contrario, hasta hoy lo único que ha tenido este paradigma financiero es un crecimiento exponencial tan caprichoso como irreverente. Europa, por su parte, también ha creado su banco, el Banco Central Europeo (BCE), no hace falta mencionar afín a cuáles instituciones que ya hemos traído a la conversación. Tampoco hará falta mencionar cómo han conducido la economía mundial estas instituciones, prestando dinero para pagar deudas con otros y endeudarse con ellos.

En fin, hace tiempo que BRICS ya forma parte de la agenda internacional por méritos propios. Ha hecho con esta decisión un paso necesario. Un Banco de Desarrollo es una institución que en el mundo actual articula todo. Con un capital inicial de 50.000 millones de dólares (10.000 por cada uno), el Banco BRICS estará centrado en la financiación de proyectos de infraestructura y desarrollo sustentable para terceros países así como también sus integrantes.

De aquí a un año tendremos la posibilidad de ver esta decisión implementada.

Tolxoko.

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