Baile de cifras.

Cualquier estudio o medida económica que se precie, va siempre acompañado de datos estadísticos, cifras que se utilizan para apoyar de un modo claro y rotundo las conclusiones o las medidas que se explican en el mismo. Por lo general, estos estudios están llevado a cabo por profesionales con datos recogidos de forma eficaz y representando a todos los niveles y estratos que afecten al estudio en cuestión.

Con estos datos, se suelen tomar decisiones bastante importantes. Ahora mismo, en nuestra economía se han tomando decisiones que afectarán a nuestro futuro y nuestro presente más próximo basado en lo que desvelan este tipo de estudios.

Pero, ¿Qué ocurre cuando estas cifras no son reales o son erróneas?

Hay que tener mucho cuidado, ayer salió a la luz la noticia de que el estudio económico de R&R, dos reputados economistas de fama mundial, que demostraba que las economías que estaban endeudadas más de un 89% de su P.I.B, estaban abocadas a la recesión económica, era erróneo. Según un nuevo estudio, el primero tendría errores graves que falsearon su resultado, siendo ahora, que no solo no caen en recesión sino que su crecimiento aumenta, al haberse incentivado el consumo y el gasto. Sin embargo, se dio por bueno el primer estudio y sin antes comprobarlo, se llevaron a cabo políticas de austeridad por toda Europa con el resultado que todos podemos ver, mayor recesión y ninguna mejora. Aunque parece ser, para nuestra desgracia, que no va a haber modificaciones sobre el rumbo tomado hasta ahora a pesar de la noticia.

Por otro lado está, el uso incontrolado de datos. A la hora de hablar, por ejemplo, sobre el número de desahuciados, ningún grupo se pone de acuerdo al hablar de cifras y dependiendo del interés del que realice el discurso el número aumenta o desciende.

Para evitar el engaño, solo nos queda prestar atención cuando se lea algo acompañado de datos, tratar de saber de donde provienen estos y verificar su imparcialidad, y si es posible comparar datos con otros estudios. Es cierto, que no siempre se tiene el tiempo para hacerlo, pero en definitiva, no hay que dejarse engañar porque algo venga acompañado por uno números, hay que ser críticos y no tomar por buena la primera cifra que se nos diga.

-Wormy-