En el telediario y demás medios de información han aparecido
imágenes de gente manifestando su
desacuerdo con los políticos. Se han centrado en el partido del gobierno
actual, el PP, siendo varios los políticos visitados
en sus domicilios por los manifestantes.
Tal es el desacuerdo de dichos manifestantes que se han tomado medidas legales para disminuir el efecto de sus protestas y desanimar a la gente a llevar a cabo acciones similares. Dichas medidas se anunciaron hace escasos días por los medios de información y limita la realización de manifestaciones cerca de las casa de los políticos.
En medio de esta vorágine, María Dolores de Cospedal ha manifestado que este tipo de acciones
es nazismo puro. La secretaria
general del PP ha acompañado tal declaración diciendo que para quede bien claro de lo está pasando: se está persiguiendo a
quienes intentan ayudar a los desahuciados por aquellos que antes no hicieron
nada.
Sin embargo, debemos recordar que la gente tiene motivos
para mostrar desacuerdo pues las medidas
políticas, legales y fiscales que se vienen tomando desde hace meses han
llevado a los españoles a ajustarse más el cinturón en lugar de poder recuperar
parte de la calidad de vida que han perdido con la crisis. Es decir, dicha ayuda a la que hace alusión la
secretaria general del PP no se ve en el día a día de muchas personas de clase
media en España.
En un acto reciente con el objetivo de reivindicar el valor
de la política, Cospedal ha llegado a hacer alusión a la Alemania de Hitler en relación con la persecución de ciertos
colectivos. Si bien dicha comparación queda un tanto fuera de lugar por
tratarse de una realidad sociopolítica completamente distinta a la situación
actual de España, queda de manifiesto el desagrado
de los políticos con las manifestaciones en sus domicilios.
Pero este asunto no se trata de buscar un acuerdo. Existe la
libertad de expresión y las personas tienen derecho a mostrar sus opiniones
siempre y cuando no agredan el bienestar de los demás. Cospedal también ha mencionado sobre quien acude a dichas
manifestaciones que se pierde todo el
sentido cuando se ejerce la violencia.
Está claro que recurrir a la violencia solo generaría más
violencia en todos los sentidos pero es el momento de que los políticos se tomen las cosas más en serio. Tras los últimos
sucesos, los manifestantes han conseguido incordiar a los políticos con sus
acciones y eso es justo lo que buscaban conseguir pues de otra forma el mensaje
de desagrado con su mandato no se transmite con igual efectividad. Es muy
sencillo ignorar una manifestación que se lleva a cabo muy lejos de uno pero no
es tan sencillo ignorar a gente protestando en la puerta de tu casa.
Lo que demuestra la historia de este país, y de varios otros,
es que sin recurrir a medidas drásticas no se consigue cambiar las cosas. Es
decir, la moderación y el diálogo han
demostrado conseguir más bien poco en cuanto a salir de la crisis en España. Es
hora de protestar, de mostrar el descontento y el desacuerdo con la situación
actual. Tal vez así, finalmente, se consiga un cambio que todos podamos
apreciar en nuestro día a día.
Esto no es ningún llamado a la violencia, pues esa no es la
solución a los problemas actuales. Es un llamado a dejar la no indiferencia, a
dejar de sufrir sin manifestarse. Después de todo, el pueblo es quien elige a
los dirigentes y es quien debe mostrar su malestar cuando éstos no cumplen con
sus promesas ni solucionan efectivamente los problemas.
No es de extrañar que la clase política sea la más odiada actualmente pues muchas veces se
culpa a todos los individuos de este colectivo por la situación actual. En
efecto, parte de culpa tienen. Los casos
de corrupción que involucran sobre todo políticos y todas las medidas inefectivas que no impidieron
llegar a la crisis demuestran esto. Pero los culpables de todo esto hace tiempo
que salieron de la escena política y ahora se buscan la vida comerciando con
las influencias que obtuvieron durante sus mandatos.
Hace pocos días uno de los políticos afectados por las manifestaciones fue el presidente del Congreso, Jesús Posada. La Policía cortó el paso de los manifestantes en una calle a tan solo 150 metros de su domicilio. Manifestaciones por el estilo se han repetido contra políticos del PP por todo el país.
Las manifestaciones han sido impulsadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca
(PAH), uno de los grupos más activos recientemente, llegando a manifestarse
también en la casa de Soraya Sáenz de Santamaría hace unos días. No es justo
que la solución a todos los problemas de los políticos sea cambiar las leyes
que les convienen para estar en un estado
de invulnerabilidad.
La gente tiene derecho a manifestarse y, cuando dichas protestas van en contra del Gobierno, muchas veces no consiguen los permisos. Pero no necesitan dichos permisos, es un derecho de todas las personas el poder protestar cuando la situación en la que viven no es de su agrado.
Estamos hablando de millones de afectados por la crisis. Hablamos también de políticos que prometieron solucionar muchos problemas y no lo han conseguido. O hicieron promesas que no han cumplido, como la subida reiterada del IVA. La cuestión es muy sencilla, si los políticos al mando no pueden solventar los problemas actuales de España deberían retirarse y convocar elecciones. La gente necesita soluciones, las excusas y el diálogo no resuelven las precarias condiciones en las que viven muchos españoles.
César P.
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