Uno de los sectores que
más se ha encarecido desde el año pasado es el transporte. Todos tenemos que
gastar cierta cantidad de dinero en transporte mensualmente pero la subida de
los precios lleva a disponer de menos
dinero para otros gastos de primera necesidad. Y esto llega a ser
preocupante, pues el transporte es necesario en el día a día. No resulta muy
práctico ir caminando a todas partes, a menos que tengamos la suerte de tener
el trabajo al lado de casa.
En este contexto, dentro
de la Comunidad de Madrid se ha anunciado una próxima subida de más del 3% para
interurbanos. Es decir, la subida no afecta a desplazamientos dentro de la
Comunidad pero sí a aquellos que lleven a otras provincias.
Este aumento se justifica
con la subida del combustible, esto es, se trata de una respuesta a la subida
de la gasolina. Si a ello le sumamos las repetidas subidas en el precio del Metro en la Comunidad de Madrid y los
billetes sencillos llegamos a la conclusión de que nadie se salva de las
subidas en transporte.
Y esto es preocupante.
Pues quien paga los platos rotos es siempre el contribuyente. Además, todas
estas subidas – se pinten como se pinten – no dejan de tener un halo de afán
recaudatorio. Curiosamente, en los últimos meses es más común ver inspecciones en el Metro. En efecto, a
medida que pasan las semanas ya no sorprende tanto como antes encontrarse con
un grupo de revisores en los sitios más inesperados.
Si las medidas
pertinentes se hubiesen tomado a tiempo dudo mucho que hoy en día se tuviese la
necesidad de recaudar dinero con subidas, y más subidas, de los precios.
Además, si aquellos responsables de tomar dichas medidas no hubiesen cometido
errores el perjudicado no sería ahora el ciudadano.
Las subidas de las
tarifas se pueden justificar por el encarecimiento de los precios pero que la
única solución a los problemas sea hacer recortes y seguir subiendo los precios
evidencia una mala gestión de fondo.
Por si fuese poco, la
subida extraordinaria del 3.07 %
llega en uno de los peores momentos. A tan solo una semana de las vacaciones de
Semana Santa y solo unos días antes
de la subida automática del 1 de
abril. Es decir, a falta de una se tienen dos subidas en menos de medio mes.
Además de mala gestión
esto es evidencia directa de irresponsabilidad.
El encarecimiento repentino y acusado del transporte va a perjudicar a muchos
usuarios del sistema de transportes de la Comunidad de Madrid. Huelga decir,
una vez más, que los sueldos no sufren subidas sino, más bien, son el objetivo
de recortes. El resultado lo conocemos de sobra: cada vez cuesta más llegar a fin de mes.
César P.
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