1 de marzo de 2013

La gestión de la transparencia.

Cuando alguna empresa o institución tiene una información que puede ser potencialmente relevante debe decidir cómo revelar esta información y si debe hacerlo o no. Hay varios canales y formas de hacerlo como comunicados y ruedas de prensa, o comunicación con los miembros de esa corporación. Elegir la manera de comunicar es importante y también decidir qué cantidad de información debemos o tenemos que revelar. Esto es lo que los expertos llaman dilema de transparencia. 


Para gestionar adecuadamente la transparencia hay varias estrategias que se pueden utilizar: 

  • Una estrategia de revelación completa donde se revela toda la información que tenemos. 
  • Una estrategia de no revelación donde intentamos esconder la información que conocemos. 
  • Una estrategia de revelación parcial donde descubrimos parte de la información que conocemos pero no la totalidad de ella. 

Cuando utilizar una estrategia u otra?? Esto va a depender siempre de las condiciones y de los factores que determinan la situación en la cual se encuentra la institución, empresa u organismo. Pero hay un factor que siempre será crucial para elegir una estrategia determinada: la reputación que está en juego. Es obvio que es muy importante la pérdida de la reputación porque puede dar al traste con el trabajo realizado durante años en los que se ha conseguido obtener esa determinada reputación. 

Además de este factor, hay otros que también son de suma importancia para determinar la estrategia a seguir a la hora de ser transparentes. Lo primero que hay que considerar es la información que tenemos, que cantidad de información, de que tipo es, como la hemos obtenido y hasta qué grado es cierta y fiable. 

El siguiente factor a considerar es a quien nos dirigimos, quien es nuestra audiencia o el receptor de esa información que tenemos, en definitiva ¿a quién le interesa lo que nosotros sabemos? Si la audiencia es muy variada (la competencia, los mercados financieros, la población...) tenemos que tener mucho cuidado en elegir la estrategia porque debe ser la que más se ajuste a toda nuestra audiencia. 

El otro factor imprescindible es cómo comunicar esa información, a través de qué medios la vamos a hacer visible, la credibilidad de la información está directamente ligada a la forma como la vamos a comunicar. Este factor también nos va a ayudar a elegir la estrategia que debemos seguir para que la comunicación sea mucho más efectiva. 

Y nos queda por determinar el coste que supone revelar esa información y no nos estamos refiriendo a los costes económicos sino más bien a las consecuencias que puede tener la revelación total, parcial o nula de la información. 

Pero lo que siempre tenemos que tener en cuenta a la hora de planificar una estrategia de transparencia es la ética. Este factor es fundamental para que nuestra información llegue a la audiencia de forma coherente, que no se dañe la reputación que tenemos y que nuestra imagen de institución transparente sea tal cual la habíamos imaginado. 

Y por último, lo más importante es seguir una política de comunicación consistente a lo largo del tiempo. 

Ya sé que todos estáis pensando en lo mismo y hemos procurado no mencionar ningún caso en particular; por lo tanto esperamos que seáis vosotros, con vuestros comentarios, los que nos hagáis participes de esos pensamientos sobre transparencia que tenéis. 

Son transparentes las empresas, los organismos y las instituciones españolas??

Lady Blue

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