14 de marzo de 2013

Cosas a tener en cuenta antes de irse a trabajar al extranjero.


            Un porcentaje cada vez mayor de españoles toma la determinación de hacer el petate y marchase a buscar mejor fortuna al extranjero. Volvemos a vernos a nosotros mismos como en las películas de Paco Martínez Soria en “Vente a Alemania, Pepe”. La única diferencia es que ahora los que emigran, por lo general, tienen estudios superiores; algo conocido como “fuga de cerebros”.

            Muchos se marchan a la aventura, con un conocimiento escaso de lo que se van a encontrar. Esto es un error, hay que saber el nivel económico del país al que se va, el precio de los alimentos más básicos o del alquiler. El presupuesto con el que se parta puede durar más o menos si se tienen en cuenta estos factores. Otros, además, se marchan sin hablar el idioma o chapurreando algo de inglés. Para ciertos trabajos, es imprescindible el dominio del inglés y del idioma del país de destino (si este fuera distinto). No cumplir estas características puede abocarnos al fracaso en nuestra tarea de encontrar empleo.

            Encontrar empleo no es tan fácil como parece, aunque el porcentaje de paro sea menor en otros países, eso no quiere decir que en unos días se pueda encontrar un puesto de trabajo. Conozco personalmente casos, en los que ante la incapacidad de encontrar trabajo, han tenido que volver.

Lo ideal sería marcharse ya con un puesto de trabajo. ¿Cómo conseguirlo? Hay páginas en Internet donde se puede buscar trabajo en el extranjero, incluso programas de prácticas, o cursillos de idiomas que nos pueden abrir puertas. Ese es un buen camino, para por lo menos intentar llevar una cosa asegurada: los ingresos.

            Quizá algunos programas de televisión han dado la sensación de que triunfar en el extranjero es algo fácil. Hay que tener en cuenta que la crisis económica es mundial y que las cosas ya no son como cuando ellos tomaron la decisión de marcharse. Estos programas enseñan la cara bonita de irse, no cuentan la historia de los que lo intentaron y se arruinaron en el intento o los que tuvieron que volver.

            Tomar la decisión de marcharse nunca es fácil. Pero si ya se ha tomado la decisión de buscar fortuna fuera, es mejor seguir unos simples pasos, en lugar de tomar decisiones impulsivas, harán la estancia en el extranjero algo más simple.

-Wormy-

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