ABC y El Mundo son dos diarios de difícil
digestión y en ocasiones como estas se percibe todo su trasfondo editorial sin
máscaras. El primero anunciando la muerte de Chávez en Cuba y su traslado -en
el mayor hermetismo, dicen-, y el otro burlándose de la idea de que los Estados
Unidos pueden encontrarse detrás de las enfermedades que los presidentes de la
región vienen atravesando. Los editores de El Mundo olvidan el espíritu
carroñero de los norteamericanos y su deseo ferviente de trabar lazos fuertes
con algún representante que se decida a negociar las mayores reservas de crudo
del mundo; los editores de ABC ya no me sorprenden con su actitud de
periodistas del espectáculo, pero debo destacar el mal gusto que tienen.
En fin, en una semana en la que de de tal o
cual manera los medios del mundo le dedican artículos, columnas y evocativas a
Hugo Chávez, vale la pena hacer un esfuerzo de perspectiva para ver qué más
sucede en el mundo por estos días. Desde aquí abajo siempre es interesante
mirar lo que sucede en Europa con otros ojos.
El domingo último se celebraron elecciones parlamentarias en Italia.
Italia viene trepidando desde hace varios años en cuestiones políticas,
económicas y sociales. Silvio Berlusconi encarna la figura de líder corporativo
vuelto a la política como instancia culmen de su ambición de poder. Salpicado
por los errores que comete cuando oye su corazón y no a sus asesores, debió
apartarse prudencialmente de su cargo al concluir su mandato. Ahora gobierna
Mario Monti, quien sabe que lo más seguro es que detrás de él volverá el
figurín repetido de “Il Cavaliere”, fortalecido por un buen resultado el pasado
domingo.
Pero de entre los candidatos, el que
realmente me interesa es Beppe Grillo. Este hombre, a quien si hubiese tenido
que juzgar por su nombre no podría irme más allá del simpático Pepe Grillo de
“Pinocho”, merece una mención meditada, en gran medida por los 8,6 millones de
votos que su partido, el Movimiento 5 Estrellas, cosechó. Giuseppe Grillo viene
del sur de Italia, de Génova. Pese a haberse hecho conocido como cómico, entró
a la política en 2009. Trae consigo un modelo de parlamento sólido, intransigente,
que no estará dispuesto a entrar en las fantochadas del toma y daca. No
despierta el interés espontáneo de sus compatriotas, pero no por fallas en su
construcción como figura política representativa de una buena porción del
territorio, sino porque los italianos no están viviendo momentos muy efusivos
en lo que se refiere a creer en sus gobernantes. La campaña de Grillo fue
alegremente bautizada el “Tsunami tour”, empleando la palabra japonesa en boca
de todos para calificar sus intenciones políticas, las cuales comenzaremos a
ver en acción a partir de ahora.
Ahora Alemania, ungida en madre del
continente, advierte que la crisis italiana podría llevar a algo similar a lo
de Grecia. Ahora bien, ¿es Italia Grecia? ¿O acaso la crisis avanza por tierra,
comenzando por países vecinos? Los medios no me acercan noticias que involucran
a Grecia desde hace por lo menos 4 meses pero creo entender que la crisis es
regional. La prensa endémica de nuestros días pretende pasar por global
simplemente por dedicar algunas páginas durante algunos días a noticias que
protagonizan actores de otros países cuando en realidad lo que consiguen día a
día es apenas diseñar un pasquín de lo que pasó ayer en un área reducida, que las
más de las veces, abarca de la redacción del diario hasta la esquina. Leed para
ser libres.
Tolchoko
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